Chequeo urológico

Cuida tu salud urológica con la atención que merece.

¿Cuándo es recomendable hacer un chequeo urológico?

Muchas personas acuden al urólogo solo cuando aparece un síntoma llamativo, pero la verdad es que hay señales más sutiles que también merecen atención. Algunas de las razones más frecuentes para consultar incluyen:

  • Dolor testicular persistente o aparición de un bulto.
  • Sospecha o diagnóstico de varicocele.
  • Dolor en la zona lumbar o costado, que podría estar relacionado con los riñones.
  • Presencia de sangre en la orina, incluso en una sola ocasión.
  • Dificultad para orinar, sensación de vaciado incompleto o goteo.
  • Urgencia o incontinencia urinaria.
  • Necesidad de orinar con frecuencia, sobre todo por la noche.
  • Síntomas compatibles con hiperplasia benigna de próstata.

Chequeo urológico como medida de prevención

Además de atender síntomas, el chequeo urológico también tiene un papel clave en la prevención.
A partir de los 45-50 años (o antes si hay antecedentes familiares), se recomienda revisar la salud prostática.
También es aconsejable un control periódico para la detección precoz de:

Cáncer de próstata

Cáncer testicular

(Sobre todo en hombres jóvenes)

Cáncer renal

Una revisión completa permite detectar posibles problemas antes de que den síntomas y tratarlos a tiempo.

¿Qué te espera durante la visita?

La consulta dura aproximadamente media hora, y está pensada para que te sientas escuchado, comprendido y bien atendido. El proceso incluye:

  • Una recogida de antecedentes personales y familiares, con tiempo y calma para contarte.
  • Escucha activa de todos los síntomas y de tu propia interpretación de lo que te ocurre.
  • Exploración física detallada y respetuosa.
  • Realización de ecografías en el mismo momento (testicular, renal, vesical, prostática o según el motivo de consulta).
  • Posibilidad de hacer una uroflujometría, una prueba rápida que mide la fuerza del chorro urinario y el residuo de orina tras la micción.

Colaboración con centros diagnósticos externos

Cuando es necesario, colaboro con centros especializados en la realización de:

  • Pruebas radiológicas con contraste (TAC, resonancias, urografías).
  • Estudios funcionales de la vejiga.
  • Cultivos y análisis de orina o de otros líquidos biológicos en laboratorios clínicos acreditados.

Plan diagnóstico y tratamiento desde la primera visita

En la mayoría de los casos, recibirás ya durante la primera visita una orientación diagnóstica clara y, si es necesario, un tratamiento o medidas iniciales que podrás comenzar desde ese momento.

Seguimiento y contacto cercano

Tras la visita, tendrás acceso a un canal directo por WhatsApp, donde podrás:

  • Enviar los resultados de tus pruebas.
  • Comunicarte con un enfermero de mi equipo para resolver dudas o comentar cualquier efecto o evolución.
  • Si hace falta, yo mismo te responderé o intervendré directamente.

En muchos casos, esto permite evitar nuevas visitas presenciales. Y si fuera necesario hacer un seguimiento más detallado, disponemos de servicio de telemedicina por videollamada, para que no tengas que desplazarte.

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Estoy aquí para ayudarte a ser la mejor versión de ti mismo.